Como parte de esta sociedad, sin ninguna duda, somos responsables de sus acontecimientos, de situaciones de las que nos enorgullecemos pero también de sus miserias.
Considero que el primer paso para ser verdaderamente responsables, es empezar por nosotros mismos. Tomar conciencia, saber, conocer, sentir propias esas situaciones, estar atentos a nuestro sentir.
A la hora de ejercer, se complica. Todos estamos muy ocupados con nuestro día a día hasta que algún hecho desagradable golpea nuestra puerta. Por eso es importante saber que por poquito que hagamos estaremos contribuyendo a nuestra dignidad individual y colectiva.
Cada uno, desde nuestro conocimiento, nuestra profesión, nuestra sensibilidad, seguro que podemos aportar a erradicar algunas de las situaciones injustas que mucha gente padece especialmente.
El Banco Mundial ha publicado datos sobre la pobreza en el mundo y define como pobres a quienes viven con un ingreso inferior a un dólar al día. Se estima en 3.000 millones el número de pobres, casi la mitad de la población mundial. Hay alrededor de 2.200 millones de niños y niñas, de los que unos 600 millones viven en la pobreza absoluta. Un niño muere cada cinco segundos de hambre o por motivos relacionados con la falta de alimentos.
En fin… números inabarcables de los cuales es muy difícil hacernos cargo, pero están ahí y de alguna manera nos afectan, nos incluyen.
La fotografía es la disciplina con la que me gusta creer que ejerzo mi acto de responsabilidad.
Los “Clics Latentes” que veréis, son testimonios de que existen en algún sitio, de que forman parte de nuestra historia y presente y de que pueden generar muchas preguntas respecto de nuestro futuro, pequeñas porciones de realidad de los más vulnerables.
Estos clics, estas realidades, permanecen ocultas, escondidas y en esto radica el sentido que puede tener esta exposición, el de difundir e intentar sensibilizar a otras personas.
Considero que el primer paso para ser verdaderamente responsables, es empezar por nosotros mismos. Tomar conciencia, saber, conocer, sentir propias esas situaciones, estar atentos a nuestro sentir.
A la hora de ejercer, se complica. Todos estamos muy ocupados con nuestro día a día hasta que algún hecho desagradable golpea nuestra puerta. Por eso es importante saber que por poquito que hagamos estaremos contribuyendo a nuestra dignidad individual y colectiva.
Cada uno, desde nuestro conocimiento, nuestra profesión, nuestra sensibilidad, seguro que podemos aportar a erradicar algunas de las situaciones injustas que mucha gente padece especialmente.
El Banco Mundial ha publicado datos sobre la pobreza en el mundo y define como pobres a quienes viven con un ingreso inferior a un dólar al día. Se estima en 3.000 millones el número de pobres, casi la mitad de la población mundial. Hay alrededor de 2.200 millones de niños y niñas, de los que unos 600 millones viven en la pobreza absoluta. Un niño muere cada cinco segundos de hambre o por motivos relacionados con la falta de alimentos.
En fin… números inabarcables de los cuales es muy difícil hacernos cargo, pero están ahí y de alguna manera nos afectan, nos incluyen.
La fotografía es la disciplina con la que me gusta creer que ejerzo mi acto de responsabilidad.
Los “Clics Latentes” que veréis, son testimonios de que existen en algún sitio, de que forman parte de nuestra historia y presente y de que pueden generar muchas preguntas respecto de nuestro futuro, pequeñas porciones de realidad de los más vulnerables.
Estos clics, estas realidades, permanecen ocultas, escondidas y en esto radica el sentido que puede tener esta exposición, el de difundir e intentar sensibilizar a otras personas.
