De repente se escucharon
gritos, salimos del centro de salud donde estábamos trabajando y Sidahmed (el
chófer de la ambulancia) dice, -vamos, vamos!!!-, subo y pregunto: que
pasa?!!!, -un Sirocco-, dice… y con el susto en el cuerpo nos dirigimos a
nuestra casa… de camino se veía una cordillera de arena acercándose. Al ver a
la gente tranquila y riéndose me fui serenando, me dijeron que el Sirocco se
acercaba lentamente, por lo que no había que preocuparse…